En Centro Creciendo disponemos de la Unidad de Oftalmología tanto infantil como para adultos.
La oftalmología pediátrica es la rama de la oftalmología que abarca el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades de los ojos y sus anejos en los niños.
Es importante su labor de detección de la ambliopía (ojo vago) que es el retraso en el desarrollo de la visión de uno u ambos ojos por falta de estimulación durante el periodo crítico de la maduración visual. Los bebés al nacer sólo ven bultos y es durante los primeros años de vida cuando se desarrolla la visión. Por eso son importantes las revisiones periódicas para detectar cualquier causa que pueda entorpecer dicho desarrollo: astigmatismo, hipermetropía, miopía, cataratas, estrabismo… etc.
Cuánto antes se detecte el problema y se trate mejor será el pronóstico visual. Siempre teniendo en cuenta que a partir de cierta edad (entre los 7-10 años dependiendo de la causa) la visión que no hayamos desarrollado, ya no la podremos desarrollar.
A veces los niños no muestran alteraciones muy llamativas. Debemos sospechar que puede haber alguna patología ocular si al niño se le enrojen los ojos frecuentemente, mira con la cabeza ladeada, se acerca o se aleja mucho para leer, si se frota los ojos, si tiene orzuelos de repetición o le duele frecuentemente la cabeza.
El estrabismo es la pérdida del paralelismo ocular, en cualquier sentido, vertical, horizontal u oblicuo. Puede aparecer a cualquier edad, y puede estar motivado por distintas causas. Al nacer los niños no fijan bien la mirada, pero si pasados los 3 meses de vida persiste la desviación de los ojos, deben de ser valorados por el oftalmólogo, pues puede ser síntoma de una enfermedad más grave. El objetivo del tratamiento en los niños es evitar el “ojo vago” y conseguir un buen desarrollo de la visión binocular. El estrabismo en niños y en adultos puede ser síntoma de otras enfermedades, por lo que es importante valorarlo adecuadamente para determinar su causa y tratamiento.
Es frecuente también la obstrucción del conducto lagrimal al nacer, con lo que al niño le llora el ojo más o menos continuamente. También puede tener conjuntivitis de repetición. En la mayoría d ellos bebés la obstrucción se resuelve sola, pero si no es así a partir de los 6-9 meses pueden ser resuelta con una pequeña intervención quirúrgica.
En los últimos años estamos teniendo un gran aumento de la miopía hasta el punto de estar convirtiéndose en una epidemia mundial. Algunos estudios estiman que, en 2050, la mitad de la población mundial será miope (cinco mil millones de personas) y el 10% sufrirán miopía magna (mayor de 6 dioptrías). Suele aparecer en la infancia o adolescencia y está influenciada por factores genéticos y ambientales (las horas de exposición solar, el trabajo de cerca, la iluminación). La miopía es un factor de riesgo para muchas otras patologías oculares: desprendimiento de retina, glaucoma, degeneración macular; y está asociada a una posible mayor pérdida visual si ésta llega a convertirse en miopía magna. Sin embargo, tenemos una serie de tratamientos farmacológicos u ortópticos para frenar dicha evolución.