En la unidad de Psicología del adulto de Centro Creciendo queremos acompañaros para abordar aquellas problemáticas que os preocupen y desestabilicen vuestro bienestar emocional, ofreciéndoos el apoyo y la orientación que necesitéis. Por otro lado, abogamos por una parte de desarrollo personal, donde no se presentan dificultades concretas a resolver, pero sí un deseo de mejorar y cultivar todo el potencial que llevamos dentro.
¿CÓMO LO HACEMOS?
En primer lugar, es importante hacer una valoración de la problemática que planteáis en una primera consulta de forma que podamos analizar mediante una evaluación exhaustiva vuestro caso en cuestión y establecer una hipótesis diagnóstica que nos ayude a establecer los objetivos terapéuticos que nos guiarán en la intervención, en el caso de que sea necesaria.
¿CUÁLES SON LAS PROBLEMÁTICAS QUE VAMOS ABORDAR?
Problemas de pareja
Mediante la terapia de pareja aplicaremos determinados procedimientos y técnicas sobre dos personas que plantean una serie de problemas existentes. El objetivo es encontrar mejoras en su comunicación, reforzando aspectos positivos con el fin de superar la crisis o encontrar la mejor respuesta para ambos. Algunos problemas más comunes suelen ser los de comunicación, convivencia, celos, infidelidades, dependencia emocional o miedo al compromiso, entre otros.
Problemas sexuales
Las dificultades de sexualidad en la edad adulta son muy prevalentes y causan grandes discapacidades en la conformación de la identidad personal, repercutiendo de manera significativa en otras esferas de la vida, en el afianzamiento de la autoestima, en el estado de ánimo, influyendo en la satisfacción personal y en la forma en la que el sujeto se relaciona con los otros.
Algunos de los problemas que tratamos son: vaginismo y dispaurenia (dolor en las relaciones sexuales), eyaculación precoz, eyaculación retardada, anorgasmia o dificultades para alcanzar el orgasmo, aversión al sexo, parafilias, dificultades de excitación sexual, entre otras.
Trastornos de ansiedad
La ansiedad es un mecanismo adaptativo natural que permite ponernos en alerta ante determinados sucesos que suponen una cierta exigencia o reto. Cuando esta emoción nos bloquea, discapacita, impidiendo desarrollar nuestro objetivo, puede convertirse en un problema que repercute y afecta de forma negativa a la manera en la que gestionamos nuestro comportamiento para enfrentarnos de forma eficaz a las situaciones temidas.
· Trastorno de ansiedad generalizada
· Trastorno obsesivo compulsivo
· Trastorno de estrés postraumático
· Trastorno de ansiedad por separación
· Trastorno de pánico
· Fobia específica
· Dificultades sociales y de adaptación
Trastornos emocionales
La apatía, la anhedonia (falta de placer), la baja autoestima, el retraimiento social, la soledad, los cambios rápidos e inesperados en el estado del ánimo o los intentos de suicidio, son algunos de los síntomas que pueden informarnos de que la persona necesita ayuda para identificar cuál es el origen de su malestar y poder poner en marcha todos los mecanismos que estén en nuestra mano para guiarle en la búsqueda del bienestar que merece. En ocasiones, la persona puede estar pasando por un momento difícil como la vivencia de un duelo, el postparto, el diagnóstico de una enfermedad, un accidente inesperado o un cambio vital en el que el sujeto debe poner en marcha todos sus mecanismos personales y recursos de afrontamiento para solventar la dificultad en cuestión.
· Trastorno Depresivo.
· Trastorno Bipolar.
· Trastorno Ciclotímico.
· Duelos patológicos.
Trastorno de la personalidad
Son formas de comportamiento que reflejan una clara desviación del modo como los individuos normales de una cultura determinada perciben, piensan, sienten y se relacionan con los demás. Las manifestaciones empiezan en la etapa de la infancia y la adolescencia, persistiendo en la vida adulta. Este comportamiento anómalo tiende a ser estable y desadaptativo, afectando al funcionamiento psicológico y social del individuo.
· Grupo A (Paranoide, esquizoide, esquizotípico)
· Grupo B (Trastorno límite de la personalidad, antisocial, histriónico, narcisista)
· Grupo C (evitación, dependiente, obsesivo-compulsivo)
Trastornos de la conducta alimentaria
Son un conjunto de enfermedades de origen psíquico con alteraciones en la conducta de la ingesta alimentaria y la aparición de comportamientos de control de peso, con serias e importantes repercusiones a nivel físico, psicológico y social en el individuo.
· Anorexia nerviosa
· Bulimia nerviosa
· Trastorno por atracón
Trastornos adictivos
La adicción es un grave problema para la salud mental de la persona que la padece. Es una enfermedad física y psicoemocional, la cual genera dependencia o necesidad hacia una sustancia determinada (alcohol, drogas, comida…), actividad (juego, compras, pornografía, nuevas tecnologías…) o relación (sexo, dependencia emocional…).
· Adicciones con sustancia
· Adicciones comportamentales
Dentro de la unidad, veremos también los trastornos del neurodesarrollo más frecuentes en adultos. Si no han sido diagnosticados en la etapa infantojuvenil, sería conveniente iniciar una evaluación para encontrar respuestas e iniciar el tratamiento adecuado.
Trastorno por déficit de atención e Hiperactividad (TDAH)
Es un trastorno de origen neurobiológico que se caracteriza por síntomas de desatención, hiperactividad e impulsividad (dificultades de inhibición conductual), problemas de regulación emocional y motivacional y dificultades en la internalización del lenguaje, entre otros.
Existen tres subtipos de TDAH:
· TDAH, predominante con falta de atención.
· TDAH, predominante hiperactivo-impulsivo.
· TDAH, presentación combinada.
Trastorno del Espectro del Autismo (TEA)
Es una condición neurológica y de desarrollo que afecta a las habilidades de comunicación e interacción, a la capacidad para imaginar y entender las emociones y las intenciones de otros. Pueden existir dificultades para adaptarse a personas, actividades o entornos. Además, pueden presentar un repertorio restringido de intereses y patrones de comportamiento repetitivos. El espectro es muy amplio y, por este motivo, debe evaluarse de manera exhaustiva todo el repertorio cognitivo, emocional y conductual de la persona.